Admiro a Ralph Lauren. Lo vengo siguiendo desde que empezó con sus camisas de hombre con el caballito de polo. A cada lugar que visito, y encuentro un RL, me meto y lo recorro por un largo rato. Acá en París, me impactó su Petit Hotel del año 1700, allí Ralph Lauren tiene su mansión. Es en el Boulevard Saint Germain. Un lujo fuera de serie. Son cinco pisos con una gran escalera de mármol y un ascensor antiguo. Cada piso pertenece a un ítem. Ropa de mujer, ropa de varón, relojes, perfumes, casual, campo, zapatos... no falta nada. Hasta un restaurant (Ralph), en el patio central al aire libre. Pasé un rato mirando cada detalle. ¡Me impactó! Me hubiera quedado a vivr en esa casa forever.
Fotografías por Ana Inés Gil
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